Manifestaciones sexuales en la infancia

La infancia tiene una gran importancia en la formación del ser sexuado. Cuando nacen, la niña y el niño tienen un patrón de conducta sexual poco diferenciado. A excepción de los órganos genitales, distintos en cada sexo, el comportamiento motor y sensorial es semejante en ambos.

En este período, que se prolonga desde el nacimiento a la adolescencia, se producen una serie de cambios físicos y psíquicos que constituyen el desarrollo.

Para entender esta etapa de la sexualidad humana hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

• El ser humano nace con unas estructuras sexuales activas que son determinantes de la frecuencia, la forma y la orientación de la conducta sexual.
• El desarrollo sexual es fruto de la persona y de su modo de actuar, de la relación con su medio y de sus circunstancias.

La sexualidad infantil tiene una serie de características que la hace diferente a la de otras etapas de la vida.

• La sexualidad en las etapas posteriores de la vida va a tener su base en la sexualidad infantil.
• La masturbación y la excitación sexual son conductas naturales que a los niños/as les produce sorpresa siendo así un descubrimiento enorme para ellos/as.
• Las expresiones de la sexualidad en esta etapa reflejan las necesidades del propio desarrollo.
• Que se puedan establecer vínculos afectivos satisfactorios en este periodo va a facilitar un referente para un desarrollo armónico en la edad adulta.

Este período la relación entre el bebe y su madre tiene un efecto modelador de enorme importancia.

La vinculación en el contacto,el apego y la separación van a constituir el núcleo de la personalidad y la sexualidad de la persona en el futuro.

En esta etapa de la vida del niño y la niña hay una serie de cambios fundamentales tanto motores como intelectuales para su desarrollo en general y que tendrán un significado especial para el desarrollo sexual.

• El control de esfínteres y el modo de afrontar los padres las circunstancias que lo rodean puede influir en el desarrollo de la sexualidad del adulto.
• Los problemas de celos y su superación le van a permitir ver el mundo de las relaciones de modo menos egocéntricos.
• La curiosidad en esta etapa se hace extensiva también a su sexualidad.

El niño explora su propio cuerpo y las sensaciones que va percibiendo.

Deben evitase los gestos de desaprobación, los silencios o la incomodidad, porque se convierten en un cúmulo de mensajes para los niños/as que influyen de manera notable en la percepción que tendrán sobre su cuerpo.

Los niños/as mostrarán curiosidad por su cuerpo y aparecerán conductas que se denominan voyeuristas (mirar) y exhibicionistas (mostrarse).

En esta etapa tiene una especial importancia el proceso de identificación e imitación de modelos de conducta sexual, que comienzan a definir las actitudes ante la sexualidad y los modos de relacionarse en los planos erótico y afectivo.

En este período los niños/as son más autónomos, se manejan mejor en el mundo real y conocen su identidad sexual.

Es un período en el que las prohibiciones lo corresponde a lo corporal y a lo sexual, se hacen mucho más explícitas. De manera errónea pueden llegar a considerar esta etapa como de desinterés sexual o período de latencia.

El niño y la niña se afirman en lo que conocen por observación de la conducta de los adultos, son conscientes de las sensaciones físicas y emocionales asociadas al contacto y la cercanía física, experimenta la excitación sexual y la relación afectivo-sexual con su grupo de iguales.