El sexo se refiere a las diferencias y características biológicas, anatómicas, fisiológicas y cromosómicas de los seres humanos que los definen como hombres o mujeres. La determinación del sexo en los seres humanos se da mediante los cromosomas sexuales. La mujer solo puede producir cromosomas X, y el hombre puede producir cromosoma X o Y, al unirse un cromosoma del hombre con uno de la mujer, los resultados serían:

• XX: darán lugar a una niña
• XY: darán lugar a un niño

El género es el conjunto de ideas, creencias y atribuciones sociales, que se construyen en cada cultura y momento histórico con base en la diferencia sexual. Y sus rasgos se han ido moldeando a lo largo de la historia de las relaciones sociales.

Desde la perspectiva psicológica, el género es una categoría con tres elementos:

• La asignación de género: Se hace en el momento de nacimiento de la persona, depende de la apariencia externa de sus genitales.
• La identidad de género: Se establece más o menos a la misma edad en que se adquiere el lenguaje (entre los dos y tres años)
• El rol de género: es el conjunto de deberes, aprobaciones, prohibiciones y expectativas acerca de los comportamientos sociales apropiados para las personas que poseen un sexo determinado.

Hoy en día es posible conocer el sexo del futuro bebé entre el primer y el segundo trimestre de gestación. El desarrollo sexual se ha asociado, tradicionalmente, a la función reproductiva. Esta consideración ha dado lugar a la idea de que la sexualidad se inicia en la pubertad, momento en que los órganos sexuales ya están desarrolladas.

En las últimas décadas se han llevado a cabo numerosos estudios y observaciones que indican que, ya a edades muy tempranas, los bebés pueden llegar a comprender que las personas se dividen en hombres y mujeres.

Algunos de estos estudios ponen de manifiesto que:

• Hacia los tres meses los bebés pueden apreciar que las caras y las voces masculinas son diferentes de las femeninas.

• Alrededor del año, ya son capaces de distinguir a los niños de las niñas, aunque vayan vestidos de la misma forma.
• A los dos años, las niñas y los niños empiezan a usar palabras diferentes según el sexo de la persona a la que se refieran. Y le asignan actividades y conductas a un sexo u otro, así como cierto tipo de juguetes, de colores, de prendas, etc.
• A los tres años, en sus juegos, representan roles de género y tienden a relacionarse más con amistades y compañías del mismo sexo.

• A los cuatro ya tienen juicios formados sobre qué juegos son los que deben realizar y con qué juguetes. En general, durante los años de preescolar las actividades de los niños son más motrices, como correr, saltar, luchar, etc., mientras que las actividades de las niñas de su misma edad son más calmadas o con más juegos de cooperación.
  

Las diferencias de género son inculcadas desde la infancia. El sexo determinará la forma de ser educados, se asignan unos colores, se promueven unas actividades específicas, y puede darse un tipo diferente de afectividad y libertad, todo esto es muy importante para la construcción de una identidad propia que irá muy ligada al género.

El color no es un factor tan importante en las diferencias de género. Hubo una época en que los bebés vestían todos de blanco, sin importar el sexo del bebé. A partir de la segunda Guerra Mundial se le asigno el color rosa al niño y el azul a las niñas, al contrario de la moda actual. El color rosa fue asociado al rojo y a la sangre lo que lo definía como un color más fuerte y decidido, mientras que el azul era el color más delicado y fino. Actualmente se considera el rosa como un color más fino y delicado, símbolo de la feminidad.

Las grandes industrias y la moda es uno de los roles de género implantado desde la infancia. Las niñas encuentran muchísima ropa de multitud de colores brillantes y claros, siendo el color principal el rosa. Los niños se marcan en azul y en los colores más tristes y apagados de la escala.

Además de un tipo de ropa y de color, nos imponen unos determinados juguetes en razón del sexo. Alrededor de los 4 años empiezan a aprender lo que "es de niños" y lo que "es de niñas". Lo aprenden por 

el tipo de juguetes que se les compra, por la publicidad que les rodea o por el tipo de juegos que ven. En la publicidad, siguen siendo niñas las que mayoritariamente anuncian muñecas, juegos domésticos y artículos de belleza, mientras que los niños se relacionan con coches, construcciones, deportes y juegos de lucha.

No solo se inculcan estos estereotipos con los juguetes que les compremos o los colores que les pongamos, sino también con el modelo que les estemos dando. Aunque la participación de los hombres en las tareas del hogar haya aumentado en los últimos años, en la mayoría de las familias, las mujeres siguen dominando en cuanto a responsabilidades domésticas. Los niños aprenden por modelaje, y tienden a identificarse con los adultos de su mismo sexo, por lo que aunque se les intente enseñar valores de igualdad.

Los roles han ido cambiando a lo largo del tiempo, y actualmente la gente cada vez está más concienciada a romper con estos estereotipos.

Este es un rol que el pequeño observa desde su nacimiento: las mamás cuidan a sus bebés y la mayoría trabajan dentro y fuera del hogar, mientras que los papás normalmente trabajan fuera del hogar y, a veces, colaboran en las tareas domésticas.