Actitudes de  las/los educadoras/es

La educación requiere la participación integral y en condiciones de igualdad de todos y todas.

Por tanto, el papel de la enseñanza adquiere una responsabilidad crucial como herramienta de

capacitación de los niños y de las niñas de hoy que serán los hombres y las mujeres de

mañana.

La organización educativa ejerce una actuación determinante en la búsqueda del equilibrio

entre ambos sexos al tiempo que se constituye en un base fundamental para la adopción de

las medidas, las estrategias y los referentes necesarios que permitan el asentamiento de una

pedagogía y una cultura de género en positivo. Para ello, ha de realizarse una labor de

detección y de diagnóstico sobre igualdad de género. En este sentido, el profesorado podrá

promover cambios para la paridad entre hombres y mujeres siempre y cuando su actitud al

respecto sea la adecuada.

La formación en coeducación que tiene el profesorado es uno de los tópicos estrella cuya

producción científica ha crecido exponencialmente en la última década tanto en el ámbito

nacional como internacional.

El objetivo general es conocer las actitudes del profesorado hacia la coeducación, desde la perspectiva sociocultural, personal y relacional del ser humano.

Tiene estos objetivos:

1. Conocer la actitud del profesorado hacia la coeducación en el plano sociocultural.

2. Analizar la postura del profesorado en torno a la paridad de hombres y mujeres desde el punto de vista relacional.

3. Valorar la percepción del profesorado en referencia a la equidad de género dentro de la dimensión personal.

La escala está organizada en torno a las tres dimensiones que intervienen en la construcción de género:

Sociocultural: el género es entendido como un sistema de organización social en el que los hombres tienen el poder. En este sentido, se da prioridad a una atmósfera social y cultural que es ambientada por una serie de valores, de costumbres, de tradiciones y de leyes que benefician al sexo masculino.

Relacional: hace mención a las relaciones, las interacciones, los discursos, las prácticas y los roles que se dan entre ambos sexos.

Personal: se refiere a las actitudes personales con las que se identifican los hombres y las mujeres.

La intervención en el aula es otro elemento decisivo. Ya que la escuela infantil se tiene que intervenir para impedir que se reproduzcan los estereotipos de género.

Es muy importante el tratamiento a estas edades, porque los comportamientos se interiorizan y, si se adquieren roles que, además, la sociedad va a ir reforzándose después, será muy difícil revertir el proceso.

En la escuela infantil disponemos de diferentes estrategias para favorecer la educación y la coeducación en la igualdad:

Programar e intervenir en la actividad lúdica, tanto libre como dirigida:

- Estimular a los niños/as para que participen y compartan juegos y juguetes diferentes a los asociados en principio a su sexo.

- Desempeñen en sus juegos roles diferentes por razón de su sexo.

- Incorporar a la programación contenidos y actividades dedicados a tareas domésticas o habilidades, aún hoy en día asociadas a roles femeninos, como preparar la comida o limpiar y ordenar el aula.

- Utilizar en el aula y en el trato con los niños y niñas:

Un lenguaje que no dé propiedad a las actuaciones masculinas o estereotipadas.

Unos materiales didácticos (cuentos).

También es necesario potenciar el acceso de educadores infantiles en el aula, pues como hemos visto, la adquisición de estereotipos también tiene su origen en la adopción de modelos reales, y la realidad es que en las aulas y en los centros de atención infantil una abrumada mayoría de las personas que atienden a los niños y niñas son mujeres.