El concepto coeducación, considerado como una intervención en el ámbito escolar, es de mayor amplitud y riqueza que el de enseñanza mixta. Actualmente la escuela mixta en nuestro país es una realidad: niños y niñas se sientan juntos en las aulas, estudian de los mismos libros y realizan las mismas actividades.

La coeducación supone y exige una intervención explicita e intencionada que ha de partir de la revisión de las pautas sexistas de la sociedad, especialmente de las instituciones dedicadas a la tarea de la educación , ya que desde ellas se construyen y transmiten los estereotipos de lo masculino y lo femenino.

Pero se les transmite realmente lo mismo?, ¿Existe una igualdad en la educación o esta igualdad es únicamente aparente?, ¿se siguen manteniendo diferentes expectativas en cuanto a los roles según el género? En definitiva ¿existe una verdadera coeducación?.

• Se habla de unificación de currículos en la enseñanza, pero lo cierto es que únicamente se consideran importantes las materias como las matemáticas o la lengua, pero no el cuidado de un recién nacido o cualquiera de las actividades domésticas cotidianas.

• Convivir hombres y mujeres desde lo que somos, desde nuestra historia, desde lo que hemos aportado al conjunto de la humanidad. 
• Utilizar un lenguaje que represente a ambos sexos.
  
•  Ampliar las oportunidades educativas y formativas de todas las personas. 
  
•  Dar el mismo valor al hecho de ser hombre o al hecho de ser mujer. 
•  Educar a los hombres y mujeres completos, proporcionándoles saberes que les ayude a entender este mundo dándoles la oportunidad de conocer y trabajar sobre sus emociones y sentimientos, estimulándoles a tener en cuenta lo que necesitan e interiorizando que son necesarios para las personas con las que conviven.

• Educar para que los niños y las niñas se sientan bien, siendo lo que quieren ser.
• Potenciar el desarrollo integral de las personas, sin condicionar el desarrollo de las capacidades según el sexo.
• Prevenir la violencia de género. La coeducación ayuda a desterrar las mentalidades sexistas y las actuaciones discriminatorias que son las bases que sustentan conductas que provocan y/o justifican la violencia de género.
• Actuar desde la primera infancia para erradicar roles sexistas y facilitar el desarrollo integral del alumnado sin estereotipos de género. 

• Teatro de guiñol "Cambiemos los cuentos", a partir de 3 años

A través de los personajes de los cuentos más conocidos, trataremos de cambiar la historia para cuestionar los roles y los estereotipos que se promueven en los mismos. Por ejemplo, historias como la Cenicienta donde la mujer es quién se ocupa de la limpieza y precisa que un príncipe la rescate dan un mensaje sexista a los niños y las niñas sobre las relaciones. Los alumnos deberán participar en el diseño de los nuevos roles de los personajes para construir este cambio social.

• Mural de las profesiones, a partir de 3 años

Inconscientemente desde niños hay profesiones que relacionamos a un sexo concreto. Este juego educativo es perfecto para desmentir esta creencia en los más pequeños y inculcarles que mujeres y hombres pueden realizar los mismos trabajos. Para realizar la actividad, se creará un mural enorme donde

los alumnos deberán identificar los uniformes con las cabezas de hombres y mujeres. La profesora será la encargada de hacer entender a los niños que, a pesar de ser algo común, existen profesionales de ambos sexos en todas las ramas laborales.

• La cuerda de los derechos y los deberes, a partir de 4 años

Mediante esta actividad se traslada a los alumnos la importancia de expresar sus sentimientos y desmitificar el hecho de que hay juguetes educativos para niños y otros diferentes para las niñas. Para llevar a cabo la actividad se debe colocar una cuerda de tender de extremo a extremo de la clase para que cada alumno cuelgue de ella un objeto personal que signifique mucho para ellos. El profesor deberá preguntarle quién se lo dio, para qué sirve y por qué es importante para ellos, de forma que muestren sus sentimientos.